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En la imagen, desde la derecha, Cindy Smith Jennings, madre de Matt Jennings, de 60 años, que tiene ID/A y necesita apoyo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y de su abuela, Judy Smith, a los 86 años; tanto Judy como Cindy luchan por brindar apoyo a Matt porque no pueden encontrar a nadie que trabaje para la tarifa establecida por el estado para los DSP. Se reunieron con el gobernador Josh Shapiro y lo ayudaron a entender la crisis del ID/A y su impacto en las familias.
Por Gary Blumenthal, vicepresidente de InVision Human Services y exlegislador estatal y asesor de discapacidad durante las administraciones de Clinton y Obama
Apoyar a las personas con discapacidades intelectuales y autismo (ID/A) y a su dedicada fuerza laboral no es solo una cuestión de política; es un imperativo moral que trasciende las líneas políticas. En el reciente discurso del gobernador Josh Shapiro sobre el presupuesto, reconoció esta verdad y tomó medidas decisivas para abordar la crisis de larga data que enfrentan estas personas y sus familias. Su compromiso de asignar 216 millones de dólares, con los que se recaudan 266 millones de dólares adicionales de fondos federales, para reforzar los servicios domiciliarios y comunitarios marca un momento histórico en la dedicación de Pensilvania a esta población vulnerable.
Detrás de estas cifras se esconde la desgarradora historia de Cindy Jennings, su hijo Matthew y su madre Judy. Las dificultades diarias de Cindy y Judy para cuidar a Matthew, quien necesita apoyo las 24 horas del día debido a sus discapacidades, personifican los desafíos que enfrentan tantas familias en nuestro estado. Al no poder encontrar un profesional de apoyo directo (DSP) dispuesto a trabajar por las tarifas que se pagan en Pensilvania, Cindy y Judy han asumido las responsabilidades por sí mismas y se han convertido en cuidadoras de hecho en su propio hogar.
Cuando el gobernador Shapiro mencionó a la familia Jennings en su discurso, fue porque estaba profundamente conmovido por los desafíos que enfrentan todos los días. Entiende que las preocupaciones de Cindy no son aisladas. Las comparten miles de otras familias de todo el Commonwealth que también luchan por encontrar la atención y el apoyo adecuados para sus seres queridos.
La historia de Cindy, Matthew y Judy subraya la urgente necesidad de un cambio. Destaca el impacto humano de la financiación inadecuada y los bajos salarios de los DSP, así como los fallos sistémicos que han dejado a tantas personas con carencias de identidad y de identidad languideciendo en listas de espera para recibir servicios esenciales.
Como alguien íntimamente familiarizado con los desafíos que enfrentan las personas con discapacidades y sus familias, felicito al gobernador Shapiro por su audaz liderazgo en este tema crítico. Su reconocimiento de la dignidad y el valor inherentes de cada individuo, independientemente de su capacidad, es un poderoso ejemplo para los legisladores de ambos lados del pasillo.
De hecho, las cuestiones de discapacidad no se limitan a ninguna ideología política. Tocan las vidas de los republicanos y los demócratas por igual, y nos recuerdan nuestra humanidad compartida y nuestra responsabilidad colectiva de garantizar que todas las personas tengan acceso al apoyo y los servicios que necesitan para prosperar.
Espero que la Asamblea General escuche el llamado a la acción del Gobernador y priorice la financiación de los servicios de ID/A en las próximas deliberaciones sobre el presupuesto. Las casi 6.000 personas que languidecen en las listas de espera de emergencia no pueden permitirse más demoras o indiferencia. Corresponde a nuestros representantes electos unirse para apoyar a esta población vulnerable y mantener nuestro compromiso con una Pensilvania más inclusiva y compasiva.
Si bien el gobernador Shapiro ha establecido una visión audaz para abordar las necesidades inmediatas de la comunidad de ID/A, es esencial que también planifiquemos a largo plazo. La financiación sostenible, junto con los ajustes anuales de las tasas para mantener el ritmo de la inflación, es crucial para prevenir futuras crisis y garantizar la estabilidad de los servicios de apoyo vitales.
Al embarcarnos en este viaje hacia una sociedad más equitativa e inclusiva, recordemos las palabras del gobernador Shapiro: «Imagínese si fuera su hijo». Transformemos nuestra empatía en acciones y trabajemos juntos, más allá de las líneas partidarias, para construir un futuro mejor para todos los habitantes de Pensilvania, independientemente de su capacidad.